jueves, 26 de enero de 2017

Cinco poemas de Rae Armantrout




ALREDEDOR

Al tiempo le encanta
alargarse,

permitirse
secuencias colgantes

para concederles
sentido,

este sentido,

mientras continúa

                        su marcha.

*

Chuck y yo nos sentimos satisfechos
de haber encontrado un lugar
donde mis cenizas puedan ser esparcidas.
Parece un sitio en construcción
ahora
pero se halla junto
a una impresionante costa rocosa.
Chuck busca lugares
donde pueda bucear.
Hemos sido guiados
por una especie de corredora de bienes raíces.
Estamos interesados pero no conseguimos
hacer que fije el precio.

*

“El futuro
nos rodea.”

Se trata de un lugar,

cualquier lugar
donde no nos encontremos.




NO INVITADA

Los fantasmas pululan.
Hablan como una sola
persona. Cada uno
te ama. Cada uno
ha dejado algo
inconcluso.

*

¿Acaso el palo verde[i]
se puso todo amarillo
de repente?

Los bordes actuales
son tan filosos

que podrían cortar
todo lo que se mueva.

*

La manera como una palabra
perdida
vaya a regresar
sin haber sido invitada.

Eso no te interesa
ahora,

sino
sólo saber
dónde ha estado.




SENCILLO
Para Aaron Korkegian

Sistemas complejos pueden emanar
de reglas sencillas.

No es
que deseemos sobrevivir,
sino que hemos sido drogados
y forzados a actuar
como si lo quisiéramos

mientras que todo el tiempo
el mar estalla
y se revuelve debajo, indoloramente.

Si no lo imitamos
nos encontramos solos.

¿Es este el conocimiento
que exige ser
transmitido?

El tiempo está conformado por indicios
de cielo e infierno.

Si no lo matamos
nos sentimos hambrientos.




PLEGARIAS

1

Rezamos
y sucede la resurrección.

Aquí están los jóvenes
de nuevo,

tijereteando y riendo con necedad,

zumbantes
como teléfonos que timbran.

2

Lo único que pedimos
es que nuestro pensamiento

mantenga ímpetu,
identifique objetivos.

La presión
en la parte baja de mi espalda
aumenta para ser reconocida
como dolor.

Los triángulos azules
en la alfombra
se repiten.

Surge
una discusión
sobre los usos
de la tortura.

El temor
de que todo esto
vaya a terminar.

El temor
de que no lo haga.




DOS, TRES

Triste y gordo niño con sombrero pirata.
grande, viejo, abollado,
Ford color cobrizo.

¿Cuántos rasgos
debe poseer una cosa
para resultar singular?

(El eco nos persuade
de que todo lo que decimos
ha sido dicho antes por lo menos
                                                           una vez.)

Dos hombres regordetes, calvos,
con playeras grises
y pantalones cortos color canela

pasean a un pequeño bulldog
seguidos por lo ojos
de una tercera persona invisible.

La Trinidad nació
de lo que sabemos
que son las amargas

simbiosis de parejas.
¿Podemos reducir la tristeza del eco
al sincronizar nuestras hablas?

¿Es el principio o el fin
del verdadero amor
compadecer a una persona

porque en ella
nos vemos a nosotros?



De Recurrencias. Antología personal (Ediciones sin nombre/Editorial Ponciano Arriaga, 2013)
Traducción de David Ojeda



[i] En español en el original. Es el nombre común del árbol Parkinsonia microphylla.




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