martes, 5 de enero de 2021

Heather Christle - Fragmentos de El libro de las lágrimas

 



Escribir un poema no es muy distinto de cavar un hoyo. Es trabajo. Se intenta aprender lo que se puede de otros hoyos y de las personas que los cavaron antes que nosotros. La dificultad viene de aquellos que no cavan ni se pasan el tiempo dentro de hoyos, y que creen que estos hoyos no deberían ser tan húmedos, ni oscuros, ni llenos de gusanos. "¿Por qué no está tu hoyo lleno de luz?". Es que es un hoyo, señor.




Quizá no podemos conocer las verdaderas razones de nuestro llanto. Quizá no lloramos por, sino cerca o alrededor.




Un director quería que la joven Shirley Temple llorase en una escena de su película y le dijo que “un hombre feo, verde con los ojos color sangre había secuestrado a su madre”. Temple lloró y la cámara filmó. Tanto Temple como su madre se enfadaron al enterarse de innecesario engaño del director, pues la joven ya sabía llorar a voluntad si la escena se rodaba por la mañana, antes de que los acontecimientos del día ”diluyeran su ánimo melancólico”. “Llorar es demasiado difícil después de comer”, afirmó Temple.




En ocasiones, los cuerpos de los pacientes con “muerte cerebral” secretan lágrimas cuando les extirpan los órganos. Qué extraño es decidir el sujeto de esta frase. Por ejemplo, no diré que los cuerpos de los futbolistas secretan lágrimas cuando ganan la copa del mundo, aunque sea igual de cierto.




“Romper” a llorar parece el verbo adecuado, como si las lágrimas fueran acumulándose en una membrana hasta que esta acaba por ceder, hasta que la frontera entre el cuerpo y sus lágrimas se disuelve, hasta que el yo ciudadano entra en la nación del llanto. O quizá es que el propio yo se vuelve lágrimas y se rompe en gotas pequeñas y cálidas.




Una queja en Amazon sobre una muñeca que llora que algunos días también puede describirme a mí:

La muñeca llora, pero luego no hace nada más. Después de los lloros se oye un ruido mecánico dentro de la muñeca (como si intentara hacer algo), pero no pasa nada. El ruido continúa hasta que la apagas manualmente.




El sistema lagrimal se desarrolló por primera vez cuando los peces se convirtieron en anfibios terrestres. Dejamos el agua y comenzamos a llorar por el hogar que habíamos perdido.




Desde hace mucho tiempo se viene diciendo que los elefantes lloran lágrimas de emoción, aunque desde hace exactamente el mismo tiempo los observadores escépticos han replicado que los animales sólo lloran en respuesta al dolor físico. Lloren o no, los elefantes son célebres por el duelo que profesan a sus muertos. En 1999, Damimi, una elefanta en cautividad de setenta y dos años “murió de pena” después de que su joven amiga elefanta falleciese al dar a luz. Según la BBC, “los empleados del zoo dijeron que derramó lágrimas sobre el cuerpo de su amiga y luego permaneció inmóvil en su cercado durante días”. Finalmente murió de inanición.




El día que nació mi hija, el ginecólogo pasó a verme durante su ronda de visitas. Quise preguntarle qué le había obligado a hacerme la cesárea, qué había causado la infección que le obligó a practicar la cirugía. No recuerdo cómo planteé la pregunta, pero recuerdo con absoluta precisión su respuesta: "La vagina es un sitio sucio". ¿Qué libro me habría gustado arrojarle a la cara? Nuestros cuerpos, nuestras vidas. Amazon calcula que el peso de su edición en tapa dura es de medio kilo.




En la universidad, los estudiantes han calculado que es imposible que todos los seres humanos de la tierra lloren lo bastante en un día para llenar el más breve de los ríos del mundo. Sin embargo, si cada uno se comprometiera a derramar cincuenta y cinco lágrimas, podríamos llenar una piscina olímpica.




Se dice que lloramos cuando fracasa el lenguaje, cuando las palabras ya no pueden transmitir adecuadamente nuestro dolor. Cuando mi llanto no está suficientemente exento de palabras, me golpeo la cabeza con los puños.




De El libro de las lágrimas (Tránsito, 2020)                                                           Traducción de Magdalena Palmer