martes, 25 de enero de 2022

Tres poemas de Ana Martins Marques

 

HISTORIA


Tengo 39 años.

Mis dientes tienen unos 7 años menos.

Mis senos tienen unos 12 años menos.

Aún más recientes son mis cabellos y mis uñas.

Por la mañana como un pan.

Tiene una historia de 2 días.

Al salir de mi apartamento,

que tiene unos 40 años

vistiendo unos jeans de 4 años

y una camiseta de no más que 3,

intercambio con mi vecino

palabras de unos 800 años

y piso sin querer un charco

con 2 horas de historia

deshaciendo una imagen

que vivió

algunos segundos.

 

 

SILENCIO

 

Lengua de las cosas

 

Pero también: lengua de hablar

con las cosas

y con las propias palabras

 

El nombre de las cosas

cuando no hablamos de ellas

 

Único modo que tienen los muertos

de cantar

 

Lo que hay entre una taza y otra taza

entre una piedra y una rosa

entre Venus y una silla

 

Modo como suena

una palabra

tachada

 

Toda habla nace con la cicatriz del silencio

que fue quebrado

 

No hay palabra que no sea marcada por el silencio

como camisas que se secaron

atadas al tendedero

 

Del mismo modo, frecuentemente el silencio

surge manchado por una palabra

como un espejo sucio

 

La forma más próxima del silencio es el círculo:

forma geométrica de la espera

 

El rastro que dejó

el animal que no pasó

 

Este es mi nombre

cuando no me llamas

 

 

DESEO

 

Soy alérgica al deseo

como al moho, al mar,

a los gatos, a la leche,

a los lugares cerrados, a ciertas flores.

Soy alérgica al deseo:

me duelen los ojos,

se me hinchan las piernas,

el sexo arde

como una caja de abejas

sellada.

El deseo me enciende

como una casa incendiada;

el deseo me deja

sin nada más.

 


De La vida submarina y otros poemas (Ediciones Vestigio, 2021)                                             Traducción de Jerónimo Pizarro, revisada por Alexandra Maia)