UNA CIUDAD BLANCA
Mis pensamientos giran hacia
el sur
una ciudad blanca
despertaremos abrazados.
Despierto
y oigo golpetear el radiador
como un corazón de metal
y veo que ha nevado.
DESDE EL CUARTO…
Desde el cuarto del al lado
el amigable golpeteo
de una máquina de escribir
eléctrica.
Zumban moscas en el vidrio
de la ventana. Es la época
en que mueren. La casa
está pintada de gris. Los
campos
se empelusan de
algodoncillo. Junto al
estanque, un castor roe
un árbol. Esos dientes, tan
filosos. El camino serpentea
colina abajo hasta llegar acá
después se aleja
serpenteando.
El bosque está marrón.
El cielo es gris. Qué
silencio increíble en
esta colina rodea
el amigable golpeteo,
el zumbido de la muerte.
JUSTO ANTES DEL OTOÑO
en los intervalos quietos
entre vientos de equinoccio
el silencio destella
o en un bosque de abetos
se muestra como troncos
rayados, claros, oscuros
vistos entre ellos
todos iguales, cada uno
diferente:
un bosque despojado de sus
ramas más bajas
que yacen vagamente apiladas
junto al sendero
musgosas, con liquen,
pudriéndose.
El sol está en el cielo como
si fuera su retrato.
A las áster las inclina una
brisa
que para plantas más leñosas
sería indigno notar.
Varas de oro erguidas como
cúspides
o de otro tipo, que señalan
en lenguaje gestual indio:
“Por aquí”.
Por la tarde temprano la luna
sube al cielo
mientras el sol va hacia el
oeste
su luz ingrávida se posa
sobre un zarzal de saucos y
cerezos silvestres.
Parece que la luz los
presionara
y los tironeara desde arriba
así como una lancha huye de
la estela
que parece propulsarla
a través de ilusiones de
verde
hechas por árboles negros
reflejados en el agua astillada
que toma forma.
¡Maravillosa energía
universal,
expresada en una estelar
quietud!
La Vía Láctea desplegada
sobre la casa anoche
y las Pléyades
a la vista débilmente
exclamaban:
“La mejor forma de ver las
estrellas
es mirar un poco hacia un
costado”
un universo en su red de
espacio
debilitándose, concluyendo,
continuando.
De Una ciudad blanca (Gog y
Magog, 2012)
Traducción de Laura Wittner
¡Maravillosa aportación!
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado.
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