Obsesionados,
confundidos
Por
el naufragio
De
lo singular
Hemos
escogido el significado
De
ser muchos.
*
Cincuenta
años
Tiempo
sideral
Juntos,
y entre los otros,
Los
pavimentos legados, las iluminadas calles heredadas:
Entre
ellas tuvimos suerte —extrañísima palabra.
Tiempo
del
planeta.
Sangre
de la piedra, vida
Desde
el inerte bloque de piedra. ¡Madre
Naturaleza!
Ya que encontramos a los demás
Desamparados
como nosotros son nuestros hermanos. Aún así
Vivimos
Y
escogimos vivir
Esa
fue nuestra época.
(Fragmento
de “Sangre de la piedra”)
*
Lo
que termina
Es
eso.
Incluso la camaradería
Se
acaba.
¡Quiero
saber si recuerdas
Cuando
fuimos felices! Aunque todos los viajes
Terminaron
sin contar, todas las embarcaciones
Hundidas.
(Fragmento
de “Imagen del motor”)
*
Es
factible
Usar
Palabras
recibidas uno las trata
Como
enemigos.
No
enemigos— Fantasmas
Que
han enloquecido
En
los vagones del metro
Y
claro en instituciones
Y
financieras. Si uno las atrapa
Una
por una y procede
Con
cuidado se recuperan
Espero
para significar
Y
dar sentido.
(Fragmento
de “Un lenguaje de Nueva York”)
*
LA
CONSTRUCIÓN DEL RASCACIELOS
El
obrero en la viga
Aprendió
a no mirar al suelo, y a hacer su trabajo
Y
hay palabras que aprendimos
A
no mirar,
A
no mirar sustancia
Debajo
de ellas. Pero estamos al borde
Del
vértigo.
Hay
palabras que significan nada
Pero
hay algo que decir.
No
una declaración que es verdad
Sino
una cosa
Que
es. Concierne al poeta
“padecer
las cosas del mundo
Y
decirlas y decirse.”
Oh,
el árbol, creciendo en la vereda—
Vivo
apenas, echando
Pequeños
brotes verdes
En
medio de la cultura de las calles.
Miramos
atrás
Trescientos
años y vemos la tierra desnuda
Y
sufrimos vértigo.
De George Oppen:
poesía, ensayo y entrevistas (Ediciones Universidad Diego Portales)
Traducción de Kurt Folch
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