martes, 7 de octubre de 2014

Cuatro poemas de Martín Gambarotta


La mirada fija por dos segundos en una lámpara
el pomelo que tardó nueve días en cortar, el vaso
de agua que tomó en medio de la noche
la manteca untada por el cuchillo ideal, la inexistencia
del término epitomía que impide decir epitomía del hielo
y lo obligó a decir epítome del hielo, la mano en el hombro
del fotógrafo ácrata, la botella de una bebida impronunciable
que abrió con una cuchara para no volverse chino
y al cerrar los ojos la forma de la lámpara
que bajo sus párpados todavía fosforece.


Cuando se deja de pensar con la bayoneta
y se empieza a pensar con las manos
únicamente crecen flores blancas o rojas
en un patio interno, azaleas cerebrales
del que desayunó raíces, papilla, avena
y con las pupilas dilatadas espera.


Los que quieren
quemar la bandera, los que quieren besarla
los que dicen que es un delantal de carnicero
los que dicen que es un mantel para servir puchero.


Cuando se corta por primera vez
un pomelo en un lugar desconocido
con un cuchillo de punta redonda
y poco filo, más apto en realidad
para untar manteca, el pomelo se vuelve
más extraño que el mundo que lo rodea
de modo que mirarlo detenidamente
por demasiado tiempo antes de partirlo
es una invitación al pánico.

De Relapso+Angola (Vox, 2004)

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