Hay un lugar en
el centro de la tierra
en el que un
océano se disuelve dentro de otro
en un amor negro
y sagrado;
por eso las
ballenas de un mar
conocen canciones
del otro,
por eso una cosa
se transforma en otra
y la arena cae en
el reloj
hacia otro
tiempo.
Una vez vi un
feto de ballena
en un bloque de
hielo brillante.
No era ballena aún, pero tenía
la sombra de una
cara humana y dedos
que le habían
crecido antes de desaparecer
y convertirse en
aletas.
Era un hijo del curvo
mundo del agua y ahora estaba cuadrado,
frío, diminuto.
A veces, la
nostalgia
viene cuando
me acuerdo
del territorio de
comienzos encontrados
cuando las
ballenas vivían en la tierra
y nosotros
salimos del agua
hacia nuestras
vidas en el aire.
A veces, de la
taza derramada de un chico
que pasó a través
de todos los elementos
y entró al
pliegue humano,
pero cuando le di vuelta
vi que no quería
vivir
en el aire.
Apenas acababa de perder
las huellas de
las branquias
y ya era un
miembro del clan de los cruces.
Como las mareas
del agua,
quería volver.
Yo hablé a través
de los elementos
mientras él se
iba
y le dije, Ve.
Fue como los
caballos salvajes
esa noche de
niebla.
Atravesaban el
río a nado.
Oscura era esa
agua,
más oscuros, los
caballos,
y después, ya no
estaban.
MAPA
Este es el mundo
tan vasto y
solitario
sin fin, con
montañas
que llevan el
nombre de hombres
que trajeron el
hambre
de otras tierras,
y el miedo
a la selva
espesa, oscura de árboles
que se sostenían
los unos a los otros,
y sabían que el fuego soñaba con tragarlos
y hablaban una
lengua más vieja
y la lengua de la
nación de los lobos
era el viento
alrededor de los troncos.
Hasta el hielo no
estaba en silencio.
Gritaba su ser
quebrado
hasta calentarlo.
Pero lo llamaron
hielo, lobo,
selva de palos,
como si las
palabras los convirtieran en algo
que pueden
sostener con las manos
enguantadas,
abrir, atravesar
con caminos
y seguirlos.
Éste es el mapa
del mundo abandonado
éste es el mundo
sin fin
donde han
separado
a las selvas de
los árboles altos.
Estas son las
líneas que el lobo no pudo atravesar.
Este es lo que sé
por la ciencia:
que un grano de
polvo habita en el centro
de cada copo
de nieve,
que el hielo
puede ganarle a la tierra,
que los lobos
viven dentro
de un círculo
de su propio
principio.
Esto es lo que sé
por la sangre:
el primer
lenguaje no es el nuestro.
Hay nombres que
cada cosa tiene para sí misma
y por debajo de
nosotros se mueve ya el otro orden.
Está ardiendo.
Está soñando.
Se
despierta.
Traducción de Márgara Averbach
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