lunes, 12 de febrero de 2018

Jules Renard - Fragmentos



23 de noviembre de 1888

No serás nada. Por más que hagas: no serás nada. Comprendes a los mejores poetas, a los prosistas más profundos, pero aunque digan que comprender es igualar, serás tan comparable a ellos como un ínfimo enano puede compararse con gigantes.

Trabajas todos los días. Te tomas la vida en serio. Crees fervorosamente en tu arte. Eres moderado con la mujer. Pero no serás nada.

No tienes que preocuparte por el dinero, no has de ganarte el pan de cada día. Eres libre, y el tiempo te pertenece. Solo tienes que querer. Pero te falta poder.

No serás nada. Llora, grita, agárrate la cabeza con las dos manos, espera, desespera, reanuda la tarea, empuja la roca. No serás nada.

Tienes una cabeza extraña, esculpida a cuchilladas como las de los genios. La frente se te ilumina como a Sócrates. Según la frenología, recuerdas a Cromwell, a Napoleón y a tantos otros, y sin embargo no serás nada. ¿Por qué este derroche de buenas disposiciones, de dones favorables, si no has de ser nada?

¿En qué astro, en qué mundo, al amparo de qué Dios, en qué nueva vida contarás entre los seres, dónde te envidiarán, dónde los vivos te saludarán respetuosamente, dónde serás algo?



18 de marzo de 1890

Los elogios se invierten como se invierte el dinero, para que nos lo devuelvan con intereses.



2 de junio de 1890

He construido castillos en el aire tan hermosos que me conformo con las ruinas.



30 de mayo de 1894

Mi literatura no es sino la continua corrección de lo que me sucede en la vida.

Como alguien que febrilmente busca en un libro qué hacer para reanimar al ahogado que yace en la orilla.



29 de julio de 1895

Toda nuestra crítica consiste en reprochar a otros que no tengan las cualidades que nosotros creemos tener.



8 de diciembre de 1896

El paraíso no está en la tierra. Pero hay fragmentos. En la tierra hay un paraíso roto.



30 de diciembre de 1896

Un mono: un pariente pobre.



14 de mayo de 1898

Tengo gustos de acróbata solitario. Me gusta darme la espalda a mí mismo.



20 de julio de 1898

La esperanza es salir con un sol radiante y regresar bajo la lluvia.



1 de octubre de 1898

A ti y a mí, cerdo, solo nos apreciarán una vez muertos.

La moral está en los hechos, no en los sentimientos. Si cuido bien a mi padre, puedo entretenerme deseando su muerte.



11 de marzo de 1901

Trata de no aceptar nada de manos que no te gustaría estrechar si no te ofreciesen nada.



10 de noviembre de 1901

Amo, amo, ciertamente amo, y creo amar profundamente a mi mujer, pero de todo lo que dicen los grandes amantes —Don Juan, Rodrigo, Ruy Blas— no hay una sola palabra que pudiera decirle sin echarme a reír.



17 de noviembre de 1901

¡Qué rabia no ser Victor Hugo!



15 de abril de 1902

El pájaro enjaulado no sabe que no sabe volar.



2 de noviembre de 1903 

Me felicitan por no escribir demasiado. Pronto me felicitarán por no escribir nada.



11 de octubre de 1904

En los campos de patatas, todos los campesinos parecen cavar sus tumbas.



16 de diciembre de 1904.

Por fin sé lo que distingue al hombre de la bestia: los problemas de dinero.



11 de agosto de 1907

Imagino muy bien mi busto en la plaza del cementerio viejo con esta inscripción:


A JULES RENARD

sus compatriotas indiferentes.



De Diario 1887-1910 (Debolsillo, 2008)
Traducción de Josep Massot e Ignacio Vidal-Folch

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