De Glass, Irony and God
Los Predilectos
de Dios Permanecen Fieles
El Caos nos eclipsa.
Dolor crudo se cierne sobre
nosotros.
Somos asfixiados por amarga
luz.
Nuestros huesos se agitan como
ramas.
Nos rompemos.
Buscamos a ciegas.
Estamos secos y jadeamos.
Nuestras lenguas son oscuras.
Días interminables.
Interminables noches.
La piel se arrastra, se
quiebra.
Nuestra habitación es un felino
que juega con nosotros.
Nuestra fe es una soga.
Ponemos nuestra propia carne en
nuestros dientes.
El otoño nos mueve como a paja
a través de los prados.
Hemos sido separados y caemos.
Colgamos sobre un vacío.
Nos destrozamos sobre el
océano.
Nos fundimos en la negrura.
Nos han abierto y drenado.
Lo insignificante nos bebe.
Mentimos sin disimular.
Somos polvo.
No sabemos nada.
No tenemos respuestas.
No hablaremos más.
PERO NO NOS DETENDREMOS.
Porque somos los predilectos.
Hemos sido instruidos para
llamar a esto amor.
La
Gracia Que proviene de la Violencia
Tu historia no es (siento
decirlo) como la cuentan
aunque chilles y arañes
asomando de las tumbas,
donde habitas ahora.
Dios presiona algunas veces.
Apareció el profeta
para enviar tu espíritu inmundo
a los cerdos, que se volvieron
locos.
Yo te vi
al fondo de la fosa de la
piedad
buceando en sangre de cerdos—
"purificado".
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