domingo, 9 de febrero de 2014

Tres poemas de Maurizio Medo

ETUMINA

Baila santo varón

Baila en un vértigo de púrpuras azules

Baila con el calor que proserpina las flores muertas en los cuartos siderales

Baila ahí donde murió dios

Baila contra la noche crápula en la que torturan los engaños

Baila ménade en el verde umbroso hospital

Baila sobre las llagas

Sobre la hiel


Sobre el dolor


SPARAGMOS SPARAGMOS

Canté oreibástico al son de panderos de sordo retumbo.
Pero tú no bailaste, Etumina.

Entraste en mí hasta irrigarte harta surreal con la velocidad de un aerosol.
Caímos y en tanto adormecías toda órfica pulsión, tu savia incolora rubricaba un Pollock sobre los
lienzos de la más ingenua suposición. Grité Munch, París, 1883. Aullé a Harold Salomon, 1956.
Y poco a poco fui travistiendo en el placebo de un informe ser.

Ahora soy la sustancia que se infiltra sibila en tus venales hasta diluir la adrenalina.

El seppuku mortal de todas las ansiedades.

Una pausa en tu mártir corazón, humanidad.

La bruma narcótica ante quien te inclinas.

La musaraña que te cubre los sesos con su hez.

El trapecio del que caes.

Soy la droga que te colma de imbecilidad.

Soy Etumina.


De Manicomio (Mantis, 2011


ARRITMIA

Polvo. Detrás de la cortina, entre los equipajes,
tosió un Niño de diez años:
-Qué tos más desgarradora e incoercible- comentó acto
seguido con voz argentina.

Gerardo Deniz

A José Kozer
                                                                                                                                                                         

Jódeme y tanto el corazón arritmia fibrilante su coreografía vascular
Cada que oye su ritmo diablo todo glauco ya… atina a escribir    
                                       p o e m a       No le creas
No le creas nunca al corazón podría ser un ronrón
                                                       dicho en alcohol por la Guillot      
                                                       Una frase yerma (y sin embargo la única
en donde vale hacerle una muesca a la razón)  Mas no le creas 
                                        p o e m a       no farfulla resistencia u oposición
                                             Delata ausencia

Entonces tenemos cada vez menos opción:

(A)  Hacerle un haendel al lenguaje y concebir un art poétique de la crise
(B)  Arrojarnos en bungy jumping sobre él
o  (C)  Obviarlo y derivar zen apacible

Pero en lo común está cada vez más lo inconcebible,
e indigna reducirse de acuerdo a la opción múltiple
por azar o puro automatismo: 

¿occidente u oxidante?¿accidente?,
¿hembra o hambre? ¿padre o pared

Y mientras,   los niños preguntan cómo produjo
aquel sauce/ manzanas (Kozer, José. 1940-  )
¿Si la poesía antípoda de infancia qué bledo este oficio?
¿Desde qué estrella hacia Nunca Jamás?
¿Qué ave ala en Kensingston park?
¿Cómo se escribe Cheshire?
¿Importa?
Si creyera que esto hoy páginas blancas
desaparecería:

El niño que las lee aún me sueña

De Dilemas Médicos  (Ediciones Liliputienses, 2012)

No hay comentarios:

Publicar un comentario