esperar
es lo único que podemos hacer
decía
mi abuelo frente a un viejo televisor
que
hace años no encendía
luego
hablaba de platillos voladores
monstruos
y tentáculos
que
alguna vez infundieron terror
en
esa obsoleta sony trinitron
a
las nueve de la noche madre venía por mí
para
volver al tiempo de comer en casa
sin
masticar fuerte y escribir
en
cuadernos con respeto al margen
así
esperaba otros cinco días
para
ver de nuevo la curva pantalla negra
y
escuchar historias fuera de este mundo
CUANDO
LOS ADULTOS DEJAN DE PARECER GIGANTES
te
miras al espejo
y
lo que encuentras
es
un estuche casi vacío
de
no ser por aquel lápiz
con
el que años atrás
aprendiste
a escribir
los
días de la semana
números
tú nombre
la
palabra hogar
y
otros ruidos que hoy
apenas escuchas
CUANDO
UNO COMIENZA A PENSAR EN COSAS COMO VIVIR EN OTRO PLANETA O EN UNA ISLA A LA
SOMBRA DE UN FARO
lo
único soportable
es
mirar un punto fijo
por
el resto de tu vida
y
luchar por no distraerse
con lo que sí existe
la
palabra mundo
también
significa
infancia
william
goyen dijo
nunca
nos recobramos
de
nuestro lugar de origen
algo
persiste
de
la primera vez
que
vimos un ave
devorada
por hormigas
en
nuestra manera
de
decir adiós
algo
queda
al
empuñar una cuchara
perder
la paciencia en filas
agarrarnos
de un lápiz y escribir
de
una u otra forma
sobre
aquellas tenazas
descarnando huesos
De Primeros y últimos instantes de una mañana (Ediciones Liliputienses, 2024)
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