lunes, 21 de noviembre de 2016

Kurt Folch - Canción de amor


"this kind of love, I’m so sick of it"
B. Dylan


Este es un día excelente.
Los perros se aparean.
Las muchachas llevan el pelo recién lavado.
Los ancianos arrojan migas de pan a las palomas.
Las palomas son bichos horribles.
Los niños corren entre los árboles
(una niña practica la posición invertida, allá, ves?).
Este es un día excelente.
Hay parejas tendidas en el pasto
pegajosas de transpiración y saliva.
Hace calor.
Es primavera.
Los adolescentes beben
y fuman a la sombra
su risa es insoportable.
Este es un día espléndido.
Luz de cerveza al sol
y espigas tiernas
y dorado pelo de turista.
Los perros olfatean los árboles.
Los ancianos nos miran con
absoluta desconfianza.
Me cuesta recordar tu rostro
una lástima.
Este es un día excelente
todo limpio y exacto.
Es agradable, a veces
salir a estirar las piernas
escarbarse los dientes al sol
ver a toda esa gente saludable
hablando de cosas que no entiendo.
Este es un día excelente.
Las fuentes de soda están repletas.
Mi rostro es horrible.
Es primavera.
Podrías usar tu vestido favorito
con pequeñas flores estampadas.
Este es un día perfecto.
Un niño mira su reflejo en un charco.
El aire es cálido.
Las señoras pasean a sus perros.
Hay tantos niños y gritos
y papeles en el suelo
y besos y el camión
que aplasta al ciclista
(lo vimos todo de muy cerca).
Es un día excelente
perfecto y brillante
duro y sin pelos.
Descienden los dioses de hace mucho
y no encuentran ninguna muchacha
sobre quien caer
como lluvia de oro
u otra cosa menos delicada
un toro o un pájaro de rapiña, por ejemplo.
Sí señor, es un día espléndido
lleno de augurios astrológicos
en cada diario y revista.
Los gatos no nos prestan atención.
Gajos de uva se pudren junto a la cuneta.
El cielo es azul
y enrojece.
Vuelo de palomas entre los edificios.
Qué día.
Qué clima.
Temperatura de sábanas sucias y suaves.
Losa dejada en casa sin lavar.
Vieja luz de sol
que no deshace ningún miedo.
Tu rostro es hermoso
son hermosos tus dedos
tus orejas, tu pelo lavado
y cepillado, esa mancha de pintura
en el chaleco, tus nervios destruidos
tus movimientos de pequeño ciervo
escapando entre los árboles.
Qué día más precioso
delicado y breve.
Dan ganas de tantas cosas 
las de siempre.
Estoy cansado, satisfecho
feliz. Trabajo o simulo trabajar.
No logro precisar lo que quiero decir.
Soy derrotado
como cosecha bajo el granizo.
Qué digo, granizo!
si este es un día de sol
y aire que seca la ropa tendida
en un par de horas.
Qué haremos después?
Qué haré contigo?
Dónde iremos cuando oscurezca?
Este es el día que esperábamos
para hablar de tantas cosas
que olvidaremos pronto
o nos arrepentiremos de decirlas.
Es gracioso
y triste también
una tristeza agradable en todo caso
acorde a nuestra autocompasión.
Un día espléndido.
Las mujeres se ven indefinibles.
En este día soleado
todo parece absoluto
inmodificable
ideal para rascarse, para aburrirse
y hacer el muerto
como un perro entrenado.
Tras de ti venía un ejército de ratas
montones de flores para decorar los jarrones del templo.
Volvamos
volvamos, se hace tarde
volvamos a encender la luz
a poner la tetera
volvamos.
Pero aún queda suficiente luz.
Esperemos un poco más, para ver
la desordenada retirada
de toda esta infantería de domingo.
Debemos ser cuidadosos y no ofenderlos
Dios está de su lado (o eso dicen).
Esta es un día fantástico y formidable.
Las panaderías se llenan.
Nubes comienzan a expandirse en el cielo.
Sirenas de ambulancias
alarmas de autos.
Esta madrugada, ante el espejo
no pude recordar para qué encendí la luz
qué buscaba
qué estaba pensando
o qué iba a decir.
Este es un día espléndido.
Somos libres 
Dios nos ha abandonado. 
Este es un día excelente. 
Ayer me dejaste solo 
entre borbotones de risa 
de gente con la que no tengo confianza 
gente que te conoce de antes 
de una época que temo. 
Permanecí junto a la mesa. 
El ventanal estaba abierto 
(por el humo de los cigarros). 
Sentía frío y fui dócil
y humilde. Fui lo peor que podría ser. 
Yo te amaba
porque cada domingo
eras la muchacha más hermosa en la iglesia 
porque todo en ti era recto y leal 
por tu forma de cantar y reír y bailar. 
Te amé y establecí sólidamente en mi corazón 
un refugio para ti (colgué tus dibujos 
puse tus fotos) para que sacaras 
todo lo que necesitaras o desearas. 
No me arrepiento, es solo que a veces 
un peso extraño se aloja en mi pecho 
una pena sólida y oscura.
Este es un día excelente. 
En tiempos de miseria 
la rata habita el corazón del hombre. 
Ya no espero encontrar nada 
en los ojos de nadie 
Este es el día perfecto
para lucir bien afeitado 
vestido con las mejores ropas 
(camisa blanca recién lavada
pantalones oscuros) de pie al sol 
con un vaso en la mano
beber, mirando y escuchando lo que sucede
(cómo nuevamente se aproxima una rata hacia ti, por ejemplo) 
y sin embargo sonreír.
Ser cínico.
Recuerdo que ayer dijiste
que no podías ver el mar 
estaba todo oscuro 
y hacía frío. 
Estabas aburrida y cansada. 
Volvamos a casa —dijiste—. 
Hoy es primavera. 
No sabemos dónde ir. 
He olvidado mis oraciones. 
Los árboles son hermosos. 
La luz del sol es vieja. 
No creo que pueda consolarte 
ya no tengo cantos de alabanza 
cantos de alabanza para ti.


De El decir y el vértigo. Panorama de la poesía hispanoamericana reciente (Filodecaballos, 2005)

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