miércoles, 20 de enero de 2016

Cinco poemas de Fernando Callero



La verdad sea dicha,
meé sobre una hormiga negra
 y luego de haberla rociado
con el acre humor humano
la encomendé a Cristo
para librarla de mí
y del bochorno de haber sido vejada
arbitraria y renalmente
por un púber mañoso



Grevilleas,
todo un perfil de robustas antenas
grises, con un lomo de bestia
manchado de líquenes,
y la euforia
del pedazo de cielo que
soportan.



Voy a plantear el tema del vicio
Una vez más voy a confiar en que hay
costumbres ociosas que sólo conducen
al vacío y al derrumbe del Hombre. Pero,
¿y el preciado trabajo de los materialistas históricos,
qué tiene de saludable?
¿La cooperación?
¿La práctica de superación controlada de la raza?
¿La libertad mancomunada
con sus insondables respiros políticos
adictos al crimen
y a la sofisticación de las armas?
¿Por qué habré de adherir
si sé que la nobleza es también
la conquista acertada
de un capricho intelectual
devenido en modelo
por no sé qué estimulante gesto
del ego
en la Ley?
Piensen sino en las grandes figuras
que descollaron por su grandeza.
¿Pensáis acaso que esos Poetas,
Mártires y Estrategas
de la Historia
conquistaron la memoria
por desvelo
frente a la privación
de un pueblo?
Yo creo fervientemente en el vicio
como motor solapado
de negocios mejor vistos,
porque nadie que se proponga
alcanzar un destino propio
o ajeno
es, necesariamente,
bueno
si no monta un caballo amoral.

Lo que domeña ese dueño
es,
en última instancia,
sed.



DESDE LA PRIMERA HORA A LOS PÁJAROS

Este es un poema dedicado a esos seres nerviosos y discretos
que llevan su vida en las alturas, una dimensión que el hombre
casi no utiliza.
Hablan un lenguaje extraño.
Su velocidad de estar es otra.
Los anima una energía
que hace saltar los fotogramas.
Qué vértigo convertirme en uno,
sentirme sedoso,
redondo,
picarme un piojo y salir volando.
Dije que este era un poema para los pájaros,
pero es mentira porque ellos jamás van a leerlo.
Sigue habiendo pájaros más allá de estos versos
cantan en mi ventana cuando me voy a dormir.



UNA DESTRUCCIÓN MUY FINA

Tapers con agua cada día
para los mastines.

Las cuatro manzanas
De Luz y Fuerza.

Dengue en bolas grises
sobre el bebedero.

Científicos prueban
una destrucción muy fina.


De Al rayo del sol (Iván Rosado, 2013)

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