HISTORIAS
Una
multitud inquieta se reúne al salir el sol
y
tengo que vivir un poco más cada día.
Las
marcas en mi brazo
aparecerán
con el frío.
En
el cobertizo trasero, estirada
sobre
una gran silla
con
un libro acerca del cerebro abierto
en
mi regazo. Basta de cerebros
le
digo a mi cerebro.
Presione
enter
y
haga el amor con fuerza
hasta
que se sienta menos enorme
y
más humano.
Si
tuviera un patio abandonaría
lavadoras
en él
para
después escuchar esa canción que me pone
entrada
la noche,
los
poemas de mis amigos
girando
en mi cabeza como una bandada
de
pinzones amarillos.
Creo
en nuestras mascotas enterradas
bajo
los pinos.
Le
doy una golpiza al pañuelo blanco
antes
de ondearlo.
¿Conoces
alguna historia de terror?
Cada
noche le cuento a Dios una más
cual Sherezade, y por eso
sigue postergando mi muerte.
De Someone Else’s Wedding Vows
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