jueves, 11 de julio de 2013

Cuatro poemas de William Ospina



CIERVOS

Sobre la luna hay muchos ciervos, pero sólo uno es rojo.
Los ciervos son blancos querrían destruirlo, porque temen
que esa mancha sangrienta en la noche despierte a los demonios.
Pero los demonios sólo fingen dormir.



HAIKU DE HIROSHIMA

Todas las hojas
de diez largos otoños
en un instante.



EL GEÓLOGO

Aquí hubo un mar hace un millón de años.
El hombre no lo sabe, mas la piedra se acuerda.
Pártela: hay un cangrejo en sus entrañas,
todo de piedra ya, forma magnífica
que se negó a ser polvo.
Ante el peñasco y el guijarro, piensa
que acaso fueron seres dolorosos,
sangre y pulmones palpitantes.
Entre la ciega roca
y el trémolo extasiado de la salamandra
tan sólo hay tiempo.



LOS VERDES TIGRES DEL MAR

Nadie sino yo los ha visto. A nadie le he contado que existen.
Volverían a decir que estoy loco, que mi madre murió en el asilo,
que mi padre era un borracho sin remedio.


De Poesía (Norma, 2008)

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