miércoles, 18 de junio de 2014

Gregory Corso - Pero no necesito la bondad

PERO NO NECESITO LA BONDAD

He conocido a las extrañas enfermeras de la Bondad
¡las he visto besar a los enfermos, atender a los viejos
darles dulces a los locos!
¡Las he visto de noche, oscuras y tristes,
empujaban sillas de ruedas junto al mar!
He conocido a las gordas pontífices de la Bondad,
La viejecita de cabellos grises
la clériga de la vecindad,
la poeta famosa,
la madre,
¡las he conocido a todas!
Las he visto de noche, oscuras y tristes,
pegaban carteles de piedad
 en los desnudos postes de la desesperanza.

2
¡He conocido a la Todopoderosa Bondad Misma!
¡Me he sentado junto a Sus pies blancos y puros
y me gané su confianza!
No hablamos de nada no bueno
pero una noche fui atormentado por esas extrañas enfermeras,
esas gordas pontífices
¡La viejecita pasó un auto puntiagudo por mi cabeza!
La clériga me abrió el estómago, puso sus manos dentro de mí,
Y gritó: ¿Dónde está tu alma? ¿Dónde está tu alma?
La poeta famosa me recogió
¡y me arrojó por la ventana!
Corrí hacia la Bondad, irrumpí en Su recámara
¡y profané!
¡Con un cuchillo innombrable le di a Ella mil heridas
y las infligí con inmundicia!
¡Me la llevé, en la espalda, como un demonio!
¡Bajo la noche adoquinada!
¡Los perros aullaban! ¡Los gatos huían! ¡Todas las ventanas cerradas!
¡La cargué por diez pisos de estrellas!
La tiré en el piso de mi pequeño cuarto,
y al arrodillarme a su lado lloré, lloré.

3
¿Pero qué es la Bondad? He matado a la Bondad,
¿pero qué es?
Eres bueno porque vives una vida buena.
San Francisco era bueno.
Un bastón es bueno.
¿Puedo decir que la gente, sentada en los parques, es más buena?

De Gasolina (Palacio de la fatalidad, 2014)
Traducción de Aurelio Meza

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