domingo, 16 de mayo de 2021

CAconrad - Cinco poemas de El libro de Frank

 


A Frank le crecieron cuervos en lugar de manos

 

fue una adolescencia difícil

 

al bendecir la mesa antes de cenar

sus cuervos aleteaban

conmovidos en el nombre del señor

"¡FRANK! ¡QUÉDATE QUIETO!" Mamá chillaba

"¿¡te lavaste los cuervos!?"

"¿¡te lavaste LOS BENDITOS CUERVOS!?"


cuando papá murió

encontraron a Frank

montado sobre él

sus cuervos le picaban

las siete emplomaduras de oro

 

 *

 

la muerte de mamá

goteaba

dentro de Frank

 

él se tapaba las orejas pero

esto amplificaba el sonido

 

sus pies se hinchaban

sus tobillos

 

canillas

 

rodillas

 

¿esto se detendría?

¿él explotaría?

¿se ahogaría?

 

 *

 

por amor

Frank hablaba suavemente

dentro de los sobres

en vez de

escribir

cartas


*

 

la tetera de Frank

quería tener ojos

 

pero gotearon

lágrimas

por supuesto

 

“¡yo te dije!” grita

Frank “¡yo te dije!”

 

cada vez que amanece

sirve otra

triste

taza

 

*

 

en la fiesta

todo el mundo señaló con los dedos

la parte del cuerpo donde

quisiera tener

cáncer si tuviera que

tener cáncer

 

el anfitrión le preguntó a Frank

en qué parte quisiera tener el suyo

 

“¡qué pregunta!”, dijo Frank

“quisiera tener mi cáncer aquí mismo

y trazó un círculo

sobre el cuerpo del anfitrión




De El libro de Frank (Triana, 2017)                                                                                            Traducción de Jacob Steinberg

 

 

miércoles, 12 de mayo de 2021

Cuatro poemas de Adélia Prado

 


SEDUCCIÓN

 

La poesía me agarra con su rueda dentada,

me fuerza a escuchar inmóvil

su discurso esdrújulo.

Me abraza detrás del muro, se sube

la pollera para que mire, amorosa y loca.

Pasa algo malo, le digo,

también soy hijo de Dios,

déjame desesperar.

Ella me responde pasando

la lengua caliente por mi cuello,

dice algo para calmarme,

habla de piedras, geometría,

se descuida y se pone tierna,

aprovecho para escaparme.

Corro ella corre más,

grito ella grita más,

siete demonios más fuerte.

Me agarra la punta del pie

viene hasta mi cabeza,

haciendo surcos profundos.

Es de hierro su rueda dentada.

 



AMOR VIOLETA

 

El amor me hiere debajo del brazo,

en un hueco entre las costillas.

Alcanza mi corazón por esta vía inclinada.

Pongo el amor en un mortero con ceniza

y granos morados y trituro. Lo macero,

hago de él una cataplasma

lo pongo sobre la herida.

 



COMO UN MACHO

 

Comí frente al televisor

sin usar cuchillo

y repetí el plato

como los camioneros que hablan con la boca llena

vi un programa hasta el final.

Hasta altas horas de la madrugada

me quedé viendo chicas bamboleantes

locutores idiotas dijeron

agarra mi micrófono, linda.

Después fui a dormir y soñé,

volaba perseguida por soldados

un vuelo lleno de miedo

temiendo enredarme en la red eléctrica.

Me desperté con decepción y ansiedad,

un macho verdadero

soñaría con bamboleos.

 



PRIMERA INFANCIA

 

Era rosa, era malva, era leche,

las amigas de mi madre vaticinando:

va a ser muy feliz, va a ser famosa.

Eran puntillas, paño blanco, estrella del alba,

hazte la señal de la cruz, en el oído, en la frente.

Sobre tu boca y tus ojos

el nombre de la Trinidad te proteja.  

Bordados en el vestidito: navíos.

Todos con vela. El viaje que yo haría

alrededor de mí.

 



De Poesía reunida (Griselda García Editora, 2020)                                                                        Traducción de José Ioskyn