lunes, 30 de junio de 2014

Cuatro Poemas de Luis Hernández

TETRAILIADA CANNABINOL

Era un gordo y tímido
Violinista niño
Luego creció y tornóse
En el adolescente
A quien ninguna mujer
Rechazara:
Atlético, vivaz, analfabeto.
Sólo alguien lo rehusó:
Una que en su corazón
Soñaba
Con un lento y músico gordo.
Así perdió Menelao a Helena,
La chicoyita de Troya


A UN SUICIDA EN UNA PISCINA

No mueras más
Oye una sinfonía para banda
Volverás a amarte cuando escuches
Diez trombones
Con su añil claridad
Entre la noche
No mueras
Entreteje con su añil claridad
Por lo que Dios más ame
Sal de las aguas
Sécate
Contémplate en el espejo
En el cual te ahogabas
Quédate en el tercer planeta
Tan sólo conocido
Por tener unos seres bellísimos
Que emiten sonidos con el cuello
Esa unión entre el cuerpo
Y los ensueños
Y con máquinas ingenuas
Que se llevan a los labios
O acarician con las manos
Arte purísimo
Llamado música
No mueras más
Con su añil claridad.


HOMENAJE A RAFAEL SANZIO

Señor
Ten Merced
De mi hijo
Porque él es epiléptico
Y sufre horrendamente
Porque muchas veces
Cae al agua

Y otras
Sobre el fuego

Y yo lo llevé
A tus discípulos
Mas ellos nada pueden

Este fue el último cuadro
De Rafael Sanzio
Antes de su muerte
El viernes santo de 1520
A la edad de 37


EL BOSQUE DE LOS HUESOS

Mi país no es Grecia,
Y yo (23) no sé si deba admirar
Un pasado glorioso
Que tampoco es pasado.
Mi país es pequeño y no se extiende
Más allá del andar de un cartero en cuatro días,
Y a buen tren.

Quiza sea que ahora yo aborrezca
Lo que oteo en las tardes: mi país
Que es la plaza de toros, los museos,
Jardineros sumisos y las viejas:
Sibilinas amantes de los pobres,
Muy proclives a hablar de cardenales
(Solteros eternos que hay en Roma),
Y jaurías doradas de marocas.
Mi país es letreros de cine: gladiadores,
Las farmacias de turno y tonsurados,
Un vestirse los Sábados de fiesta
Y familias decentes, con un hijo naval.

Abatido entre Lima y La Herradura
(El rincón Hawai a diez kilómetros
De la eterna ciudad de los burdeles),
Un crepúsculo de rouge cobra banderas,
Baptisterios barrocos y carcochas.
Como al paso senil del bienamado, ahora llueve
Una fronda de estiércol y confeti:
Solitarios son los actos del poeta
Como aquellos del amor y de la muerte.

Vox Horrísona

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