De las bestias fieras
Hay un animal en estas
partes que se llama mazamiztli,
quiere decir ciervo-león, el cual no sé si le hay en alguna otra parte; es del
tamaño del ciervo y tiene el color del ciervo, y tiene sus uñas como ciervo, y
los machos tienen cuernos como ciervo; pero tiene pesuños como león, muy
agudos, y los dientes y colmillos como león; no come hierbas, anda entre los
otros ciervos, y cuando quiere comer abrázase con un ciervo y con el pesuño
ábrele por la barriga , comenzando desde las piernas hasta la garganta , y así
le echa fuera todos los intestinos y le come; en ninguna cosa le conocen los
otros ciervos, sino en un mal hedor que tiene.
Hay un animal que se
llama tzoníztac;
críase hacia la mar del sur, en la provincia de Toztlan y llámanle tzoníztac porque
tiene la cabeza muy blanca tan solamente; es del tamaño el tigre o casi, es
bajo de pies y de grueso cuerpo; come carne de las bestias silvestres. Cuando
quiere cazar regaña como gato, y luego arrebata la caza; tiene las manos y los
pies como tigre; es muy negro de todo el cuerpo y tiene la cola larga. Este animal
muy pocas veces parece, y si alguno se encuentra con él y le ve la cabeza
amarilla, es señal de que morirá presto; y si alguno le encuentra, y la parece
con la cabeza blanca, es señal que vivirá mucho, en pobreza, aunque mucho
trabaje: este agüero se tenía acerca de este animal. Mátanle con saeta.
Hay otro animal al cual
llaman itzcuinquani,
quiere decir comedor de perros; […] llámase comedor de perros porque de noche
llega hacia las poblaciones, y desde cerca del lugar comienza a aullar y todos los
perros que le oyen, le responden aullando, y van corriendo a donde él está, y
en estando juntos con él los perros, mata los que ha menester para comer y
cómelos, y los demás vanse; su comer son los perros, hállalos muy sabrosos este
animal; según esta relación parece ser lobos.
De las aves
Hay unas avecitas en esta
tierra que son muy pequeñitas, que parecen más moscardones que aves; hay muchas
maneras de ellas, tienen el pico chiquito, negro y delgadito, así como aguja;
hacen su nido en los arbustos, allí ponen sus huevos y los empollan y sacan sus
pollos; no ponen más de dos huevos. Comen y mantiénense del rocío de las
flores, como las abejas, son muy ligeras, vuelan como saeta; son de color
pardillo. Renuévanse cada año: en el tiempo del invierno cuélganse de los
árboles por el pico, allí colgados se secan y se les cae la pluma; y cuando el
árbol torna a reverdecer él torna a revivir, y tórnale a nacer la pluma, y
cuando comienza a tronar para llover entonces despierta y vuela y resucita. Es
medicinal, para las bubas, comido, y el que los come nunca tendrá bubas, pero
hace estéril al que los come.
Hay otra avecilla que se
llama yollotótotl;
críase en la provincia que se llama Teotlixco, es hacia la Mar del Sur; es ave
pequeñuela como una codorniz. Llámanse yollotótotl porque
los habitadores de aquella provincia dicen que los corazones de los difuntos, o
sus ánimas, se vuelven en aquella ave. Su canto es dulce y suave, la cabeza y
el pecho y las espaldas son entre pardo y amarillo, la cola tiene negra, las
plumas de las alas tiene ametaladas y las puntas blancas; es de comer.
De los animales del agua
Hay un pescado en la mar
que se llama totomichin,
quiere decir ave pez; dícese ave porque tiene la cabeza como ave, y el pico
como ave y pica como ave, y tiene las alas largas como pez y la cola como pez.
Hay un pez en la mar que
se llama huitzitzilmichin;
llámase así porque tiene el piquito muy delgado como el avecilla que se llama zinzon, que anda
chupando flores.
De otros animales del
agua que no son comestibles
Hay un animal en esta
tierra que vive en el agua, nunca oído, el cual se llama ahuítzotl; es
tamaño como un perrillo, tiene el pelo muy lezne y pequeño, tiene las orejitas
pequeñas y puntiagudas, tiene el cuerpo negro y muy liso, tiene la cola larga y
en el cabo de la cola una como mano de persona; tiene pies y manos, y las manos
y pies como de mona; habita este animal en los profundos manantiales de las
aguas; y si alguna persona llega a la orilla del agua donde él habita, luego le
arrebata con la mano de la cola, y le mete debajo del agua y le lleva al
profundo, y luego turba el agua y le hace vertir y levantar olas, parece que es
tempestad del agua y las olas quiebran en las orillas y hacen espuma; y luego
salen muchos peces y ranas del profundo del agua y andan sobre el haz del agua,
y hacen grande alboroto en el agua. Y el que fue metido debajo del agua allí
muere, y dende a pocos días el agua echa fuera el cuerpo del que fue ahogado, y
sale sin ojos y sin dientes y sin uñas, que todo se los quitó el ahuízotl; el
cuerpo ninguna llaga trae sino todo lleno de cardenales.
De las serpientes y otros
animales de tierra de diversas maneras
Hay una culebra que se
llama zolcóatl,
quiere decir las culebra enemiga de las codornices, porque las engaña con su
canto y las come. Es mediana, ni es muy gruesa ni muy larga; es pintada como
las codornices, tiene el pecho blanco y la boca amarilla. Es muy ponzoñosa, a
quien pica no tiene remedio; es fraudulenta, engaña con su canto a las
codornices y a las personas; canta como codorniz, y las codornices que la oyen
piensan que es codorniz y vanse a ella, y entonces arrebátalas y
cómelas; y algunos indios bobos, como oyen su canto, piensan que es codorniz, y
van hacia donde está ella y pícalos, y mátalos. Los que son avisados, cuando
oyen que canta esta culebra escuchan si responde otra codorniz, y si no la
responde otra, ella torna a silbar o cantar en el mismo lugar que antes;
entiende que esta es culebra zolcóatl, y
guárdanse de ella; dicen que vuela esta culebra.
Hay una culebra en esta
tierra que tiene dos cabezas: una en lugar de cabeza, otra en lugar de la cola,
y llámase maquizcóatl;
tiene dos cabezas y en cada una de ellas tiene ojos, boca y dientes y lengua;
no tiene cola ninguna. No es grande, ni es larga, sino pequeña; tiene cuatro
rayas largas por el lomo, y otras cuatro coloradas en un lado y otras cuatro
amarillas en el otro. Anda hacia ambas partes, a veces la guía la una cabeza, y
a veces la otra; y esta culebra se llama culebra espantosa, raramente parece;
tienen ciertos agüeros acerca de esta culebra, como están en la letra. A los
chismeros llámanlos por el nombre de esta culebra, que dicen que tiene dos
lenguas y dos cabezas.
Hay una culebra que se
llama mazacóatl y
es pequeña, tiene cuernos, es prieta, no hace mal ni tiene eslabones en la
cola. De la carne de ésta usan los que quieren tener potencia para tener cuenta
con muchas mujeres; los que la usan mucho, o toman demasiado de cantidad, siempre
tienen el miembro armado y siempre despiden simiente, y mueren de ello.
Hay una culebra en esta
tierra que se llama tetzauhcóat; ni
es gruesa ni larga, tiene el pecho colorado, y el pescuezo así como brasa;
pocas veces parece, y el que la ve cobra tal miedo que muere de él, o queda muy
enfermo, y por eso la llaman tetzauhcóat, porque
mata con espanto.
Hay otra culebra que se
llama xicalcóatl, que quiere decir culebra de jícara. Hay unas grandes y otras
pequeñas; críanse en el agua; cuando son grandes tienen en el lomo naturalmente
nacida una jícara, muy pintada, de todos colores y toda labor. Esta culebra,
cuando quiere cazar personas, llégase a donde pasan caminantes y demuestra la
jícara sobre el agua, que anda nadando, y ella escóndese debajo de ella, que no
parece; y los que pasan por allí, como ven la jícara, éntranse en el agua a
tomarla, y ella poco poco se va llegando hacia lo hondo, y el que va a tomarla
vase tras ella, y llegando a donde está hondo, comienza a turbarse el agua, y
hace olas, y allí se ahoga el que iba tomar la jícara. Dicen que esta culebra
es negra; sólo la jícara es de diversos colores.
De Fauna de Nueva
España (Fondo de Cultura Económica, 2005)