SEDUCCIÓN
La poesía me agarra con su rueda dentada,
me fuerza a escuchar inmóvil
su discurso esdrújulo.
Me abraza detrás del muro, se sube
la pollera para que mire, amorosa y loca.
Pasa algo malo, le digo,
también soy hijo de Dios,
déjame desesperar.
Ella me responde pasando
la lengua caliente por mi cuello,
dice algo para calmarme,
habla de piedras, geometría,
se descuida y se pone tierna,
aprovecho para escaparme.
Corro ella corre más,
grito ella grita más,
siete demonios más fuerte.
Me agarra la punta del pie
viene hasta mi cabeza,
haciendo surcos profundos.
Es de hierro su rueda dentada.
AMOR VIOLETA
El amor me hiere debajo del brazo,
en un hueco entre las costillas.
Alcanza mi corazón por esta vía inclinada.
Pongo el amor en un mortero con ceniza
y granos morados y trituro. Lo macero,
hago de él una cataplasma
lo pongo sobre la herida.
COMO UN MACHO
Comí frente al televisor
sin usar cuchillo
y repetí el plato
como los camioneros que hablan con la boca llena
vi un programa hasta el final.
Hasta altas horas de la madrugada
me quedé viendo chicas bamboleantes
locutores idiotas dijeron
agarra mi micrófono, linda.
Después fui a dormir y soñé,
volaba perseguida por soldados
un vuelo lleno de miedo
temiendo enredarme en la red eléctrica.
Me desperté con decepción y ansiedad,
un macho verdadero
soñaría con bamboleos.
PRIMERA INFANCIA
Era rosa, era malva, era leche,
las amigas de mi madre vaticinando:
va a ser muy feliz, va a ser famosa.
Eran puntillas, paño blanco, estrella del alba,
hazte la señal de la cruz, en el oído, en la frente.
Sobre tu boca y tus ojos
el nombre de la Trinidad te proteja.
Bordados en el vestidito: navíos.
Todos con vela. El viaje que yo haría
alrededor de mí.
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