A Frank le crecieron cuervos en lugar de manos
fue una adolescencia difícil
al bendecir la mesa antes de cenar
sus cuervos aleteaban
conmovidos en el nombre del señor
"¡FRANK! ¡QUÉDATE QUIETO!" Mamá chillaba
"¿¡te lavaste los cuervos!?"
"¿¡te lavaste LOS BENDITOS CUERVOS!?"
cuando papá murió
encontraron a Frank
montado sobre él
sus cuervos le picaban
las siete emplomaduras de oro
la muerte de mamá
goteaba
dentro de Frank
él se tapaba las orejas pero
esto amplificaba el sonido
sus pies se hinchaban
sus tobillos
canillas
rodillas
¿esto se detendría?
¿él explotaría?
¿se ahogaría?
por amor
Frank hablaba suavemente
dentro de los sobres
en vez de
escribir
cartas
*
la
tetera de Frank
quería
tener ojos
pero
gotearon
lágrimas
por
supuesto
“¡yo
te dije!” grita
Frank
“¡yo te dije!”
cada
vez que amanece
sirve
otra
triste
taza
en
la fiesta
todo
el mundo señaló con los dedos
la
parte del cuerpo donde
quisiera
tener
cáncer
si tuviera que
tener
cáncer
el
anfitrión le preguntó a Frank
en
qué parte quisiera tener el suyo
“¡qué
pregunta!”, dijo Frank
“quisiera
tener mi cáncer aquí mismo
y
trazó un círculo
sobre el cuerpo del anfitrión
De El libro de Frank (Triana, 2017) Traducción de Jacob Steinberg
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ResponderEliminarApenas veo tu comentario, Jacob. Gracias por tu traducción del libro, es una belleza.
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