LA MITAD DE LA NOCHE
La mitad de la noche era el sitio
que cruzábamos, en el que el corazón
era un vándalo, como si una de sus cámaras
traicionara a la otra, yacíamos, mi boca
en su cuello, escuchábamos el espacio, ruidos
nuestro doble corazón, ruidos, nuestro doble corazón
cuyos latidos se acercaban el uno al otro
cuando habíamos encontrado el sueño
y yo, el amante reseco, bajo
su lengua que aspiraba a la gracia,
en el sueño disparaba con un gran calibre
hacia una pared en el sitio que siempre era el mismo
CÓMO SURGE UN POEMA
Esperas a que caigan las ideas,
la primera imagen, estás sentado, te paras, yaces
tejes una andadera, esperas
por la ignición, por la mutación
del presente, el festival de imágenes
concebiste mundos, no tienes
interés en ser parte de un estudio
podrías explicarlo, podrías explicarlo
tampoco está mal, estás a la sombra
a la luz, no en la lluvia, junto a la magnolia
al castaño, en la dinámica cultural
en cada tontería, en la ejecución
de los gestos, qué eres, uno que siempre obedece
a su ancestral habitante interior, uno, que
se declara, cuando aclara lo que
hace, al menos una cuestión de gusto,
en su totalidad, una cuestión, que no
debe saber al sabor de cómo surge un poema:
despacio, a tropezones, a la altura de los ojos.
AZULCIELO
Este poema conoce su tema, posee una claridad
con que otros sueñan, este poema ha leído todos
los demás poemas y no debe preocuparse por ello,
pasado un siglo quedará al desnudo, pero bien
presentable, este poema ya estaba vendido
antes de ponerse a la venta, usa una flor amarilla
en lo redondo de la última letra, es el dátil
en el manzanar del vecino, este poema no requiere
dominarse, puede hacer lo que desea, ya jugó
a la ruleta africana y lo hizo al mismo tiempo
dejó limpio el parque, si orina lo hace contra el viento
azulcielo, si se lo piden, también puede
EL VIGOR EN LAS CÉLULAS
Los niños crecen y cumplen años
padre y madre cumplen años y decrecen
seguro de mi condición inmortal
contemplo cómo se transforma
mi cuerpo, cómo el vigor
en las células, lo que no logro
lo que me pierdo, lo que se pierde
formé una colección de arrugas
festejé en ferias de pueblo
rosas sobre la mesa de la cocina
la pasión por el sorbete de pera
dolores de espalda y las primeras canas
así fue, así será, el caballo
muy viejo, el jinete sigue con ganas
nunca abriré escuela alguna
de danza, qué pena, de veras qué pena
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