SÍ
Ahora somos como aquel montón mate de arena
del jardín del Pabellón de Plata de Kyoto,
diseñado para revelarse solo a la luz de la luna.
¿Quieres que esté de duelo?
¿Quieres que guarde luto?
¿O, como la luz de la luna en la arena blanquísima,
que use tu oscuridad para brillar, para relucir?
Brillo. Estoy de
duelo.
AHORA CERCA DE MÍ
Por entre la niebla del valle
veo los caballos
moviéndose apenas, los flancos
y crines acariciados, la depresión
del lomo. El amor humano es una maravilla,
aunque solo sea para decir: ¡este cuerpo! ¡esta niebla!
De El puente que cruza la luna (Bartleby, 2006)
Traducción de Eduardo Moga
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