RECUERDA ESTO, DIJO
SAFO
Cuando llegue el momento y la muerte te guíe
hacia el inframundo, en donde vagarás
sin cuerpo entre las sombras, recuerda que
estando entre los vivos se te ofreció amor:
a ti, con tu gran orgullo y soberbio desdén,
recuerda que se te ofreció amor, y te abstuviste.
ABRIGO DE VARIOS COLORES
La muerte cose los botones, el abrigo
está ya casi listo. Pronto me pondré
esa bata de fuego, me enredaré
en el sol y todas las palabras se encenderán
y se esparcirán en cenizas cuando me
desarme, cuando no sea nadie.
EL CANTO, LA
OSCURIDAD, LA TIERRA COMO LENGUAJE
¿Pero cómo avenirse a la muerte?
Tsang-kie inventó la escritura, se dice,
observando las huellas de las aves a la orilla del lago.
De esas impresiones pudo deducir qué canciones
habían estado ahí. Pero los pájaros nocturnos
no dejan huellas. El búho bajo la media luna
planea silenciosamente a través de la oscuridad,
toca tierra solo para atrapar a su presa. Sabemos dónde
vive por los restos de los cráneos,
los gránulos de pelaje y hueso.
MI PADRE HA MUERTO
Cuelgo el teléfono. Cuelgo el teléfono.
¿Qué hay ahora a qué aferrarse? El dolor
tiene ya camino libre. Hay una gran maquinaria
en la oscuridad que desmantela un instante
del siguiente. Produce el sonido de un corazón,
pero no lo tiene.
De Lo que del paraíso nos alcanza. Poemas escogidos, 1966-2019 (Medusa, 2025) Traducción de Edgar Trevizo
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