—No
hay poesía en sitio alguno que no sea un objeto de lengua.
No
hay poesía en la puesta de sol; no hay poesía en la prosa, ni en la filosofía,
ni en las finanzas, ni en la canción, etcétera.
La
poesía no existe más que en los poemas; y en los conjuntos, concatenaciones, y
construcciones de poemas.
—La poesía es autobiografía de todo el mundo.
La poesía es autobiografía de nadie.
—La poesía es amor a la lengua.
Los poemas son los epitafios de las lenguas muertas
La lengua no es un instrumento imperfecto para la poesía, en
cuanto que lo dice todo, en cuanto que puede decirlo todo.
La poesía, en cuanto que es memoria de la lengua, es
precursora del futuro de la lengua.
La poesía no es un algo vago, indiferenciado, un molde
ectoplásmico y sentimental. Decir que la poesía está en todas partes, es tanto
como decir que no está en parte alguna.
Toda actitud
vanguardista está abocada al fracaso si no va acompañada de una caracterización
formal.
La poesía ignora el
principio de no contradicción
La poesía no piensa
La poesía no dice nada
La poesía no es parafraseable
La poesía dice lo que dice diciéndolo, y no dice lo que dice sino diciéndolo
La poesía no piensa
La poesía no dice nada
La poesía no es parafraseable
La poesía dice lo que dice diciéndolo, y no dice lo que dice sino diciéndolo
De Poesía, etcétera: puesta a punto (Hiperión, 1998)
Traducción de José Luis del Castillo Jiménez
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