LA CRÍTICA DE ARTE
Una vez conocí a un crítico de arte que no podía amar,
solamente decir si una obra de arte era buena o mala.
Aunque en eso también se equivocaba porque al faltarle la fe
principal de todas, la llama que mueve el mundo y todas las cosas, siempre
elegía obras intrascendentes.
Obras nacidas de la indiferencia y no de la empatía.
Él afirmaba que a las obras de arte no les importaba el
mundo, y siempre citaba a un artista conceptual
que había enterrado una escultura para que nadie la viera.
Yo, por mi parte, no iba a museos hacía años, porque la
pintura me había dejado de emocionar.
Un día que nos encontramos a tomar un café, le dije:
“Yo creo en el amor, la fe principal de todas, la que mueve
el mundo y todas las cosas”.
Pero apenas terminé de pronunciar la frase me di cuenta de
que mi corazón estaba helado
y mis ojos eran dos rocas enterradas para siempre en el mar.
Porque la poesía tiene
que ver con la soledad
quiero estar
perdida para siempre en la moda
recorriendo las casas de ropa que todavía
quedan abiertas.
sin hablar con
nadie
mirando cada
vestido,
cada remera en
liquidación
sin importarme que
pasen
las horas o los
años;
siempre esa misma
euforia
(como de color
magenta)
de mirar y mirar
prendas e imaginarme
una vida distinta
con cada
cartera, con cada
par de zapatos, con cada pantalón.
VI
Vi en una vidriera un juego de ponche de cristal:
consistía en una gran fuente y doce tacitas colgadas
alrededor.
Pensé en una fiesta con mis amigos de toda la vida
donde bebiéramos un ponche hecho de lava y agua
pensé en convivir yo sola con la ponchera en un departamento
de veinte metros cuadrados
hacer ponche de hielo y hierbas todos los días
para fantasmas, para personas que nunca vendrán.
TE MANDO UN MENSAJE DICIENDO QUE TENGO MIEDO
¿Pero qué importa?
¿A quién le importa que yo tenga miedo?
Hoy fui a la pileta con mi hijo y pensé:
El dolor es privado.
Miraba a un padre sumergirse en el agua con su hijo,
le sostenía por la espalda para que flotara.
Pero el otro día vi también un post en facebook de un chico
trans brasileiro que decía que el dolor era social.
Y me acordé también de un texto de Eileen Myles
que decía algo sobre compartir el dolor
con extraños en una panadería;
no lo podría citar de memoria.
Como sea,
tengo miedo de encontrarme con mi ex.
Cada vez que nos dice que nos encontremos
tengo miedo y me resulta traumático.
Me acuerdo que siempre quería ahorcarme
y pegarme para tener sexo
y eso empezó al final de la relación
y es un gran misterio
porque él empezó a querer hacer esas cosas.
Supongo que fue porque descubrió algo de sí mismo
que antes no sabía
y yo ya no quise estar ahí para que él desarrollara
esa parte de su espíritu.
Justo me mandaste un poema que habla sobre el agua.
Es febrero en Buenos Aires y me inscribí en una pileta
para obligarlo a mi hijo a salir por un rato de
su mundo de animés, por otro lado
también me pregunto:
¿qué tendría de malo vivir mirando animés?
Yo vivo pensando en escribir poemas,
¿cuál es la diferencia?
Ahora nado y pienso en el desamor.
Ayer salí rápido del agua, me sequé
y busqué mi celular para escribir todo con mayúscula:
El desamor es mi gran estrategia.
TRENZA
Y pensé que mi día es como una larga trenza de pelo negro y
sedoso
y dentro de esa larga trenza está este libro en el que caen
las palabras
un día tengo fe
y un día pierdo la fe
un día tengo fe
y un día pierdo la fe
y en el día se trenzan la fe y la falta de fe
la fe y la falta de fe
la fe y la falta de fe
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