SOY INVISIBLE
Soy invisible.
Siempre he sido
invisible
como la pobreza en un
país rico,
como los ricos en sus
cuartos velados de sus casas con muchos cuartos,
como las pulgas, los
piojos, como lo que crece bajo la tierra,
los mundos más allá del
cielo, el viento, el tiempo, las ideas –
el catálogo de
invisibilidad es inagotable,
y, eso dicen, no es buena
poesía.
Como las decisiones.
Como cualquier otra
parte.
Como las instituciones
alejadas del camino llamado Scenic Drive.
No más símiles. Soy
invisible.
En un mundo poblado por
gente de visión binocular después de todo soy parte de la mayoría
mientras que tú y yo
caminamos con nuestra lunita creciente de visión en nuestra oscuridad personal
a través de un mundo en
el que las decisiones de ser y no ser
se encuentran controladas
por la luz
asistidas por las
lágrimas y el sueño de la desatención o la muerte.
Soy invisible.
Los amantes atraviesan
mi vida para tocarse entre sí,
la lluvia que cae en mí
me traspasa como sangre sobre la tierra.
Ninguna cabeza me
incluye como conocimiento.
Otorgo libertad a
quienes bailan,
a decir la verdad.
Así es. No hay nadie
aquí para observar ni escuchar disimuladamente,
y entonces aprendo más
de lo que tengo derecho a saber.
LOS CUERVOS
Temprano en la mañana el
pasto es una espiral de azul humeante.
Las sombras jorobadas se
derriten. La cera oscura
escurre del cielo y yace
al pie de los árboles
absorbiendo la cálida
impresión del sol.
La cosecha es luz. El
invierno, rata que invade
el silo, roerá la
semilla dorada.
Imagino que el fervor de
las hojas por vivir
ha transformado a muchas
mariposas y palomillas color paja
firmando aún su condena
con su pasión por la luz,
aleteando como quienes
enterrados en vida buscan salir de la tumba.
Los cuervos se ahogan
con su propio graznido salvaje.
SI LO TUYO NO ES
ESCRIBIR SOBRE LAS PERSONAS
Si lo tuyo no es escribir sobre las personas,
decía él,
quédate con los lugares, despídete de las novelas,
prueba escribir poemas. En los poemas, ¿sabes?
caben mejor los paisajes y las marinas; unas cuentas flores,
tal vez un jardín, una casa —muchas casas de dónde escoger.
Lee las páginas de bienes-raíces en tu periódico –vista inmejorable–
quédate con los lugares, despídete de las novelas,
prueba escribir poemas. En los poemas, ¿sabes?
caben mejor los paisajes y las marinas; unas cuentas flores,
tal vez un jardín, una casa —muchas casas de dónde escoger.
Lee las páginas de bienes-raíces en tu periódico –vista inmejorable–
de ensueño
–en ¿sueño?– chimenea portátil,
entrada exclusiva,
vista
al mar, ideal para casa principal; bellos jardines, alta
plusvalía;
cercana a colegios, comercios, iglesias…
olvídate
de las personas; nadie tiene que vivir en la casa o la calle o el
campo o la ciudad, crea un país vacío.
¿Ves lo que trato de explicarte? los poemas se ven bien sin las personas.
Dedica tu odio al cielo, al mar, al clima, a los árboles:
con eso será suficiente.
campo o la ciudad, crea un país vacío.
¿Ves lo que trato de explicarte? los poemas se ven bien sin las personas.
Dedica tu odio al cielo, al mar, al clima, a los árboles:
con eso será suficiente.
Quiero decir, ¿Cómo
puedes escribir una novela sin personas?
Todos los él y ella, los
ires y venires, los haceres
y pesares y asombros, “lágrimas
y risas, amor y deseo y odio”
a través del “acceso
posterior” –una “puerta trasera, una puerta privada, cualquier puerta
o reja distinta a la
entrada principal”– Diccionario Oxford.
Una forma de escape, un refugio.
De Huesos de Jilguero (Universidad Veracruzana, 2015)
Traducciones de Irene Artigas, Lorena Saucedo y Paula Busseniers.
👏👏👏❤❤❤
ResponderEliminarExcelente Gracias!! Les recomiendo que vean la película de su vida: un ángel en la mesa
ResponderEliminar